Necesitamos
Una caja de galletas de tamaño medio (yo use una de galletas gullón)
Otra caja de zapatos del mismo o mayor tamaño que la otra
Cola blanca y tijeras
Pinturas acrílicas (yo usé oro, marrón, verde y magenta; pero vosotros podéis coger los colores que más os gusten)
Pinceles: uno del 0 o 1 y otro del 16
periódico para cubrir la mesa, una paleta y un vaso para el agua.
Empezamos
La tapa
1. Una de las bases os tendrá que hacer de tapa; yo lo compliqué mucho pero os recomiendo que lo hagáis más simple: recortad tres lados y dejar uno pegado de manera que podéis abrir y cerrar la caja con solo levantar la tapa (fijaros bien en el lado que recortáis, no vayáis a meter la pata como hice yo)
2. Una vez recortada la tapa, con la cola blanca, aseguraros que todos los lados de la caja están bien pegados los unos a los otros, para que la caja no se desmorone.
3. Recortad un trozo de la caja de zapatos de la misma longitud del largo de vuestra caja; al recortar fijaros que tiene que ser una de las partes que están dobladas para que podáis hacer el enganche de vuestra caja.
4. Encajad las partes y pegadlas con cola blanca, con eso ya tenéis hecha la tapa.
La caja
5. Ahora toca colorear: podéis hacerlo de un solo color, de dos o de los que os apetezca. Tened en cuenta que la pintura acrílica resbala sobre la caja así que tened paciencia porque habréis de dar varias pasadas hasta que quede perfecto. Recordad siempre que tenéis que esperar a que se seque la capa anterior para poder pintar de nuevo. Y que no se os olvide tampoco pintar todas las caras de la caja. Yo os recomiendo pintar primero toda la parte de fuera y cuando ésta esté seca ya podéis pintar la de dentro.
6. Una vez secado todo toca decorar la caja. Yo había escogido un mosaico en un principio pero luego me di cuenta de que con los colores que había decidido usar no me pegaba para nada, así que tuve que cambiar la decoración en el último momento.
Finalmente este es el resultado
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